La felicidad es la experiencia agradable de sentirte cuidado y conectado con la vida. En armonía con esa meta personal que te has marcado. Porque vivir es aprender constantemente y tener la actitud del filósofo que observa la realidad con los ojos del niño, es decir, a través del factor sorpresa de la primera vez. La felicidad es el mejor legado que puedes hacerte a ti mismo cada día, la mejor herencia vital que puedes acumular hasta el fin de tus días. La felicidad significa ser un sabio portador de tesoros existenciales como el amor, en todas sus formas y matices. El amor por ti mismo es uno de los más importantes. ¿Cómo ser feliz y alcanzar este estado de plenitud?
Consejos para ser feliz hoy
Solo por hoy, márcate la meta infinita de celebrar esta jornada con la misma alegría que si fuese tu cumpleaños. Y hazlo así todos los días del año, al menos, inténtalo. Sé consciente de que la actitud es más importante que las circunstancias externas, es decir, a través de tu disposición ante la realidad tienes la posibilidad de tomar decisiones para transformar tu vida.
Ser feliz con menos
No conviertas tus deseos en una necesidad absoluta. No necesitas hacer realidad muchas de tus ilusiones para ser feliz aquí y ahora. Es decir, libérate de ese síndrome de la «necesititis» y prioriza el valor de lo esencial ante la vida. Si cada jornada tomas conciencia de los pequeños milagros que ocurren ante tus ojos y tú mismo te miras al espejo con la conciencia de ser un gran milagro de la vida, tu autoestima crece en esperanza.
Por tanto, no busques la felicidad en algo externo a ti mismo, sino en tu propio corazón que palpita al compás de tu propia esencia personal única e irrepetible.