Algunas personas sufren mucho por no tener pareja. Y sufren más al sumar el factor edad a esta circunstancia. Incluso aunque te hubiese gustado más estar en pareja, por una cuestión saludable de higiene mental, es muy importante que no conviertas este hecho en un motivo de sufrimiento. Porque convertir la soltería en una fuente de angustia crónica puede hacer que arruines muchos momentos de felicidad presente. Pero también, hace que te predispongas de un modo muy negativo ante la posibilidad de encontrar un nuevo amor: miedo a la soledad, desesperación por conocer a alguien y la impaciencia son ingredientes muy poco atractivos.
Acepta la situación
Lo mejor que puedes hacer, por tanto, es aceptar la situación tal y como es. Asumir la soltería como una realidad más de tu vida. Sin ningún tipo de complejo de inferioridad. Solo tienes que mirar a tu alrededor para observar la cantidad de personas que también están solteras o se han separado recientemente.
¿Qué cambiaría por estar en pareja?
Habría algunas cosas de tu vida que cambiarían si tuvieses pareja, pero otras muchas seguirían siendo exactamente como ahora. Por tanto, no vivas como si el hecho de tener pareja fuese una solución al problema de la soltería porque no existe tal conflicto. El conflicto solo está en tu mente y en cómo vives la situación.
Cuando sufres por no tener pareja en realidad, estás idealizando el hecho de tenerla. Olvidas que el amor también tiene sus dificultades. Por tanto, el mejor modo de aprender a ser feliz es potenciar la gratitud hacia la vida en presente, sin estar tan condicionado por circunstancias externas que son totalmente cambiantes.
Si de forma habitual sufres por no tener pareja, entonces, cambia el chip. Y decide de un modo consciente que ya no quieres seguir con esta actitud victimista.