Este es el verdadero lema de la felicidad. Acotar este deseo de realización personal al poder del ahora. Dejar de pensar en los temas pendientes del pasado que con tanta frecuencia contaminan el presente. Y poner freno a las hipótesis de futuro para vivir mejor. Porque el reloj de la vida se mide en momentos. Momentos que son una secuencia ininterrumpida en forma de ahora. Por mucho que nuestra mente viaje en el tiempo y rompa los ritmos, el corazón solo puede palpitar ahora, en cada ritmo te regala nuevos segundos de vida.
Psicología del paso del tiempo
Segundos que debes aprovechar como un regalo. Porque eso es la vida, un regalo con muchas incertidumbres pero también, muchas certezas. Y una de las certezas que puedes interiorizar es la de saber que eres un afortunado por estar en ese momento, amando como amas, sientiendo como sientes e ilusionándote por tus cosas.
Para ser feliz aquí y ahora tienes que poner en valor la constancia. Porque la felicidad no es una ecuación matemática, sin embargo, la existencia es una oportunidad de felicidad. Porque el timpo pasa, la vida avanza, y con mucha frecuencia, no aprovechamos el tiempo como debemos. El 2017 es un buen momento para poner el calendario de tu corazón en hora.
Busca una dirección en tu vida
Para ello, busca un propósito sencillo, las ocupaciones más cotidianas son aquellas que aportan un significado a la rutina. Una actividad tan sencilla como la de crear tu propio blog, por ejemplo, puede ayudarte a gestionar mejor el tiempo y a conectar mejor con el presente a través de reflexiones compartidas semana a semana. A veces, aunque resulte contradictorio, para ser feliz hay que dejar de pensar tanto en el deseo de serlo. Porque la obsesión por la dicha constante te aleja de ella en tanto que el perfeccionismo hace que nada esté a la altura.
Porque un hombre no puede ser feliz pasando de lo 60 años con un aspecto físico impresionante, reconozco que soy un viudo joya con mucho amor para repartir a una buena mujer que aprecie el amor
Tengo 56 años, sufrí una irreparable pérdida, mi compañero de vida falleció, pero pese a la tristeza interior que todavía me embarga, pienso que la vida continúa y no hay actitud más positiva que la de disfrutar nuestro día a día, en este hermoso planeta tierra, nuestro futuro depende de lo que hagamos hoy, tenemos tantas razones para agradecer a Dios por el maravilloso regalo de vida que nos da, que la receta para lograrlo a plenitud es aprender a valorar lo importante en la vida y rehusar a invertir tiempo en cosas que no valen la pena y no nos dan felicidad.