El amor del bueno es aquel que es nutritivo, es decir, es sano. Te da más cosas de las que te quita. Por el contrario, en el sentimiento enfermizo se produce la ecuación inversa. Con el amor insano se pierden cosas tan importantes como la libertad. En este artículo te contamos cómo saber si la bondad es inherente a un estilo de amor que merece la pena ser vivido.
Experimentas paz interior
Más allá de esas mariposas en el estómago y de ese remolino de sensaciones tan propias de la primera etapa de enamoramiento en donde puedes llegar a sentir que flotas en el aire de pura felicidad, el amor de verdad deriva en un sentimiento de paz interior que te ayuda a ser consciente de tu realidad.
Los silencios adquieren significado
Durante las primeras citas, quieres llenar con palabras cada minuto, de hecho, un silencio resulta muy incómodo en ese momento. Sin embargo, cuando el amor se consolida felizmente, los silencios compartidos son gratificantes. En esa intimidad de la comunicación de almas en ausencia de palabras es cuando puedes saber si realmente, te sientes bien con tu pareja.
Has abierto nuevas puertas en tu vida
Lejos de privarte de bienes existenciales, el amor de verdad te ha impulsado a abrir nuevas puertas, has superado miedos, disfrutas de la amistad, quieres llegar a ser tu mejor versión. El amor del bueno es aquel que encuentras en una persona que se convierte en tu complemento de vida pero no en tópicos de media naranja. Existe un síntoma positivo en el amor. Esta en una relación que se acerca en gran medida a las expectativas e ideales depositados previamente en una historia. El ideal y la práctica nunca se dan la mano al cien por cien pero las expectativas sí son una buena referencia.