Después de esas etapas de enamoramiento que en ocasiones traen consigo expectativas no cumplidas y emociones contradictorias, es cuando muchos solteros aprencian todavía más esa tranquilidad emocional de no estar enamorados. ¿Cuáles son las tres ventajas que experimentarás en primera persona?
Más tiempo para ti
Más tiempo para ti, para pensar en tus prioridades, en tus objetivos a corto plazo y en tus ilusiones. Estar enamorado significa dedicar una cantidad de tiempo y energía a la otra persona. Y cuando no existe correspondencia, esto resulta frustrante. Por tanto, no estar enamorado es una especie de liberación de ese peso tan amargo.
Cuando una persona está enamorada dedica gran parte de tiempo en sus conversaciones con amigos para hablar sobre ese alguien especial que atrae su interés. Al no estar enamorado, estarás más concentrado en la amistad.
Te concentras en tu presente
Es probable que, al enamorarte, dediques una gran parte de tu atención a tu futuro a partir de ensoñaciones románticas que quieres que se hagan realidad. Al no estar enamorado ganas la calidad de concentrarte más plenamente en el ahora desde distintos puntos de vista: trabajo, tiempo de ocio, amigos, vida personal, familia… Al no estar anamorado aprecias detalles de tu vida que tal vez, habían pasado desapercibidos para ti cuando estabas en la nube del sentimiento amoroso. Puede que ahora te reencuentres contigo mismo desde una perspectiva diferente. .
No sufres por amor
El sufrimiento amoroso es uno de los más dolorosos. No estar enamorado libera tu corazón de este tipo de heridas, de esa tensión interna que produce la duda de tantas decisiones que acompañan al amor romántico. Una de las dudas más conocidas es la de: ¿Me quiere o no me quiere? No estar enamorado significa no tener esta lucha interior que incluso, afecta a la calidad del sueño.