En el amor, es posible confundir los términos y llamar sentimientos por el nombre equivocado. Existe un indicio claro para diferenciar el amor verdadero de la obsesión. Esta última, es el inicio de la autodestrucción emocional, la persona obsesiva vive en una noria constante. Se siente encerrada en una historia que no le deja ver más allá. Para una persona obsesionada en el amor, incluso el trabajo adquiere tintes de negatividad puesto que le resulta realmente difícil desconectar del tema durante su jornada laboral. Del mismo modo, durante el tiempo con amigos, el protagonista convierte su historia en un monotema que agota a los demás.
Cómo identificar la obsesión
Una persona está obsesionada con un tema cuando experimenta elevadas dosis de atención por ese asunto que le desborda. Mientras que en el amor verdadero puedes sentir cómo todo fluye de un modo natural, por el contrario, en la obsesión es uno mismo quien parece llevar todo el peso de la relación. Toma decisiones y cambia de opinión como si en cada detalle le fuese la vida.
Cómo identificar el amor verdadero
En el amor verdadero también pueden producirse celos, sin embargo, la persona adopta una actitud constructiva para superarlos. Y los celos no son el eje central de la relación puesto que estos representan la desconfianza propia de la obsesión. Cuando una persona está obsesionada sufre enormemente por el miedo al rechazo que condiciona su vida. Por el contrario, ante el enamoramiento verdadero, sabes que tu pareja te quiere de forma incondicional. O también, aunque no seas correspondido, lo asumes con una naturalidad mayor que quien está obsesionado y sigue insistiendo hasta el agotamiento en su propósito de seducción.
Quien está obsesionado no vive en el plano de la realidad. Por el contrario, quien observa los ojos desde la lucidez del amor verdadero, es más objetivo.