Existen sentimientos opuestos que muestran las distintas etapas de la vida. Existe un claro contraste entre las características de la experiencia emocional de un amor no correspondido y la esperanza que surge del enamoramiento en la fase inicial de una historia. ¿Cuáles son los sentimientos contrarios que ayudan a comprender mejor el corazón humano? La alegría ante la ilusión de haber conocido a alguien especial contrasta con la decepción que se produce al descubrir que esa persona, no es tal y como uno había imaginado. Es entonces cuando se produce ruptura de expectativas.
Deseo e indiferencia
La ilusión por compartir tiempo en común junto a la otra persona e incluso, la simple posibilidad de poder ver a ese alguien especial, se convierte en un estímulo de alegría durante el inicio del enamoramiento. Un sentimietno que contrasta con la indiferencia que surge en el corazón una vez que se ha superado el periodo de duelo por un desamor. Esa ilusión inicial también es contraria al resentimiento frecuente que acompaña al desamor.
Miedos diferentes
El miedo es un sentimiento que puede vivirse tanto en el amor como en el desamor pero en ambas situaciones el temor tiene unas connotaciones distintas. Una persona enamorada puede tener miedo de no ser correspondida o de que la historia no salga bien. Aquel que sufre un desamor puede temer no volver a enamorarse nunca o sentir vértigo ante la soledad.
El enamoramiento hace que brote lo mejor de las personas que muestran la mejor versión de sí mismas ante su objeto de deseo. Por el contrario, en el desamor, suele suceder lo contrario y las personas pueden realizar acciones de las que se arrepientan con el tiempo al haberse dejado arrastrar por la ira.
Amor y desamor están marcados por sentimientos diferentes y las personas experimentan un mayor desgaste todavía al finalizar una historia de amor por comparar etapas que poco tienen que ver entre sí.