Una crisis de pareja puede ser un punto y seguido en una relación de pareja y no un final definitivo. Es muy importante que dos personas tengan la capacidad de gestionar de un modo asertivo las emociones desagradables típicas en un periodo de este tipo para perseverar. En una crisis de pareja es habitual sentir decepción personal, ira interna, insatisfacción personal y dudas. ¿Cómo salvar una relación en una crisis?
Buscar el equilibrio entre los espacios individuales y compartidos
En una situación de este tipo, puede suceder que cada uno necesite pasar más tiempo a solas del habitual. Un tiempo que puede ser muy necesario para reflexionar y también, para echar de menos a la pareja.
Con quién hablar sobre el tema
Es recomendable hablar sobre el tema con un amigo de confianza cuyo punto de vista es externo al conflicto, mejor que hacerlo con un miembro de la familia que al estar más implicado en la relación, podría condicionarte con sus consejos.
Una interpretación objetiva de los hechos
Con frecuencia, en una crisis de pareja, se magnifican los defectos del otro y se ignoran los propios. Se pone el punto de atención en aquello que no marcha bien y se ignora aquello que sí funciona. Si consigues observar la realidad de un modo diferente, entonces, podrás ver de nuevo la luz en tu relación. O al menos, podrás diferenciar mejor si se trata de una ruptura definitiva o de una crisis pasajera.
Cada persona interpreta la historia a su manera
Cada ser humano vive la realidad a partir de su propia subjetividad. Conviene estar dispuesto a escuchar la otra parte de la historia en un diálogo de pareja abierto, sincero y honesto. Uno de los errores frecuentes en una crisis es que cada uno se encierra demasiado en su propio punto de vista.