Cómo cuidar tu cuerpo en un desamor


El cuerpo recibe una descarga emocional muy potente cuando la mente sufre una frustración amorosa en grado intenso. Por mucho que la persona quiera hacer como si no hubiese pasado nada, es imposible. El cuerpo recibe tanta energía negativa que lo habitual en una fase de desamor es sentir pereza ante actividades que antes suponían un disfrute. Es como si el cuerpo se hubiese quedado sin batería y necesitara un tiempo para revitalizarse. Sin embargo, y aunque cuesta, es fundamental tener paciencia y esperar para que la herida duela un poco menos cada día que pase.

La dura realidad

La realidad a veces es muy dura y tenemos que resignarnos ante situaciones que suceden y seguirán sucediendo a lo largo del tiempo porque el corazón humano no varía en su afectividad. Existen amores no correspondidos pero también existe otra situación posible. La que surge de la falta de responsabilidad, es decir, la que surge de generar falsas expectativas a otra persona por el simple halago personal de tener alguien ahí.

No importa cuales sean las circunstancias, la realidad es que la única forma de sufrir lo menos posible es dejar de hacerte preguntas sobre lo que pasó y centrarte en lo que quieres hacer a partir de ahora una vez que ya sabes que esa historia no va a ninguna parte. Aunque ese es el momento más doloroso, en realidad, es el punto de partida hacia tu recuperación si eres coherente a partir de ahora.

Qué necesita el cuerpo

El cuerpo necesita descanso y que te tomes la vida con otro ritmo y con más calma. El cuerpo necesita sensaciones agradables y deporte porque a partir de la práctica deportiva se generan buenas emociones. Los abrazos también son reconfortantes. Pero por encima de todo, lo que el cuerpo necesita es tener una distancia enorme respecto de la persona que ha causado el daño.

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