La mente humana puede llegar a adelantarse tanto al futuro que en más de una ocasión, de ahí surge el problema a la hora de vivir el amor con ilusión y con optimismo. Justo acabas de conocer al chico o a la chica que te gusta y ya empiezas a pensar en el después. En qué pasará, en cómo será la primera cita, en si el otro también sentirá algo especial… Toda esta maquinaria interna de pensamientos, lejos de potenciar la creatividad y la felicidad lo que hace es, crear dudas, miedo, inseguridad, tristeza…
Para vivir el amor en forma de ahora es esencial empezar a disfrutar de verdad los pequeños detalles. No dejes que la alegría por ver que la historia evoluciona favorablemente muera así porque sí. En realidad, dada la ilusión del inicio, la alegría de ver a esa persona especial para ti debería durarte varios días si notas que existe reprocidad.
Por otra parte, una vez avanzado el amor, incluso después de años de convivencia, sí que se vive de una forma más natural la rutina y el ahora. Pero en ese caso, sucede el efecto contrario, muchas parejas se sienten tan atrapadas en el presente que desearían viajar a otros lugares mejores y diferentes.
El amor se escribe como si fuese un líbro, es decir, después de una página viene otra. Pero en cambio, cuando nos dejamos llevar por la ansiedad y la prisa corremos el peligro de crear un guión sin argumento, es decir, de vivir una historia de amor sin unas bases sólidas.
El presente es la mayor verdad en relación con el tiempo. Por ello, dedica este presente a cuidar de tu pareja, a conocerle mejor, a sorprenderle y mostrarle lo mejor de ti mismo porque está claro que vale la pena aprender a amar con esperanza.