El principio del noviazgo, es habitual que veas a la otra persona como perfecta, como el ser más especial del universo con el que toda tu vida habías soñado. Está claro que esta visión idílica está causada por el efecto directo del enamoramiento inicial en donde las emociones se viven de una forma muy intensa. Pero esta intensidad cae tarde o temprano, y entonces, te encuentras con la realidad del otro. Es decir, con sus virtudes y con sus defectos.
Cualquier persona tiene cosas buenas y cosas que puede mejorar y corregir. Pero está claro que los defectos de alguien te afectan más o menos dependiendo del grado de relación que tengas con el otro. Lo más importante antes de criticar a tu pareja es que pienses en todas las imperfecciones que tú tienes, en todo aquello que al otro también puede molestarle y que le gustaría que cambiases. Existe un error universal desde un punto de vista emocional y es el de criticar a los demás y no hacer un esfuerzo por mejorar uno mismo.
Puede que tu pareja sea un poco aburrida y tenga poca iniciativa a la hora de proponerte planes sociales, pero en cambio, puede que te quiera muchísimo. Tal vez sea un poco orgulloso pero en cambio, tiene un gran corazón. A estos ejemplos puedes añadir muchos, tantos como quieras hasta entender que la persona que tienes al lado merece la pena de verdad más allá de todos sus defectos.
Por otra parte, también debes tener confianza y esperanza en el otro porque la base de la superación personal reside, precisamente, en la capacidad de mejorar y de crecer a nivel interior hasta el infinito y más allá. La experiencia es un grado, por ello, debes aprender a querer más y mejor a tu pareja cada día.