El proceso de enamoramiento es fascinante desde un punto de vista filosófico y también psicológico. El inicio de todo amor se llama deseo. El deseo es la tendencia hacia alguien que consideras bueno para ti. Esa tendencia se muestra en la atracción que sientes, y que, aunque quieras, no siempre puedes controlar desde un punto de vista racional. De hecho, el enamoramiento real llega cuando te das cuenta de que esa persona sí que te importa, incluso, aunque tengas que superar obstáculos o tengas que luchar de verdad.
El proceso de enamoramiento muestra de forma gráfica el efecto del paso del tiempo, y es que, el deseo da paso poco a poco, a un sentimiento más profundo de amor real. En donde, puede que pases por diferentes estados de ánimo: tal vez, tu timidez se agudice cuando estás con la persona que te guste, a lo mejor te sientes más nervioso y puede que te quedes incluso sin palabras, sentirás una ilusión especial cuando estás con esa persona y por supuesto, también puedes sentir las mariposas en el estómago revoloteando con fuerza.
Es cierto es que la vida no es como las películas. Pero no porque sea peor, al revés, puede ser mejor. De hecho, la realidad siempre supera la ficción cuando dos personas que se quieren de verdad son capaces de ir más allá de sí mismas y de superar cualquier obstáculo. Historias en la vida hay muchas, pero yo hoy te animo a que luches por una diferente, que creas en el amor en mayúsculas, que te sientas capaz de lograr lo imposible. Si tienes el corazón despierto al mundo seguro que en tu entorno conoces la historia de alguien que logró aquello que deseaba más allá de toda dificultad.
Toma esa historia como una motivación propia y, sobre todo, créete en el derecho de luchar de verdad por la persona a la que quieres, más allá de cualquier circunstancia adversa.