Un proceso de divorcio puede ser muy complejo. Especialmente, cuando los protagonistas no cuidan la comunicación y se dejan llevar por los reproches. Te damos cinco consejos para dejar de discutir tras el divorcio.
1. Negocia para buscar puntos en común
La distancia parece infinita cuando te centras principalmente en las cuestiones que reflejan el desacuerdo entre ambos. Sin embargo, seguro que podéis encontrar una puerta para el entendimiento a partir de aquellas cuestiones en torno a las que tenéis puntos de vista más compatibles.
2. Mediación
A veces, los divorcios se complican con discusiones infinitas. Pero conviene encontrar medios de ayuda para llegar a acuerdos. Es decir, es recomendable buscar otras vías de apoyo para fomentar el diálogo. Y la mediación abre puertas siempre que los implicados estén de acuerdo en participar en el proceso. En caso contrario, no se crean las condiciones adecuadas para avanzar en la negociación.
3. Ten en cuenta su punto de vista
Las discusiones son más difíciles de resolver cuando cada uno se encierra en su visión sobre un tema. Pero no existe una única interpretación en torno al divorcio y los asuntos que ambos deben gestionar tras la ruptura. En definitiva, el análisis de la realidad se enriquece con el diálogo, la sinceridad y la empatía.
4. Contextualiza la situación y confía en el paso del tiempo
Algunos temas parecen muy relevantes tras la ruptura, pero adquieren una dimensión distinta tras el paso de los años. En definitiva, contextualiza tus emociones, tus sentimientos y tus objetivos para tomar conciencia de cuál es el momento en el que te encuentras. Y confía en el paso del tiempo.
5. Conecta con tus objetivos
La comunicación puede abordarse desde distintos ángulos. En ocasiones, los temas de conversación remiten a asuntos del pasado. Sin embargo, es importante llevar la conversación hacia el contexto presente. En consecuencia, los objetivos son esenciales para clarificar la dirección.