La búsqueda del bienestar está directamente relacionada con el cuidado personal. Sin embargo, adquiere formas diferentes en la práctica. ¿Qué es el autocuidado social? Uno de los ingredientes más relevantes que puedes cultivar en tu vida.
1. La importancia de construir relaciones duraderas
Los vínculos afectivos multiplican la alegría en momentos de felicidad. Y, a su vez, aportan consuelo en una situación dolorosa. Ofrecen una protección y una zona de confort que te hace sentir como en casa. De este modo, el autocuidado social alimenta la resiliencia. Dedica más tiempo a cultivar la relación con personas que te ofrecen una compañía muy valiosa.
2. Cultiva la confianza
La confianza se desarrolla de una forma gradual. Abrir el corazón, en ocasiones, parece un reto complejo. Sin embargo, el autocuidado social también crece a partir de la protección que ofrece la confianza. De este modo, compartes tus preocupaciones, tus sueños, tus ilusiones y otros aspectos personales con amigos que son especiales en tu vida.
3. El autocuidado social en la rutina
Existen encuentros que se intensifican en fechas señaladas, por ejemplo, las vacaciones. Sin embargo, el cuidado de las relaciones personales también se enmarca en el corto plazo. La comunicación con los demás, el sentido del humor y las conversaciones creativas reducen y previenen el estrés.
¿Qué es el autocuidado social? Una necesidad que está directamente alineada con la naturaleza del ser humano. ¿Cómo te sientes cuando te despides de una persona con la que has disfrutado de un rato divertido? ¿Y cómo visualizas el encuentro con alguien muy especial? En ambos casos, experimentas emociones y sentimientos agradables que te ayudan a conectar con una visión positiva del presente y del futuro. Por el contrario, la soledad negativa y el aislamiento sitúan al ser humano en un escenario vital en el que echa de menos la cercanía y la complicidad con los demás.