El encuentro con la soledad resulta inevitable en la vida. La visión de la soledad no es lineal: existen distintas circunstancias, momentos y etapas. Pero el propósito de ser feliz en soledad es valioso, incluso, estando en una relación de pareja. ¿Cómo vivir este aprendizaje con esperanza?
1. Descubre las oportunidades que te ofrece la soledad
El tiempo en el que estás a solas, te ofrece el descanso necesario para reencontrarte contigo y desconectar de los vínculos con los demás. La pausa de este silencio, te aporta el contexto necesario para hacerte preguntas que requieren de una mirada profunda.
2. Cultiva tu resiliencia frente a la soledad
La soledad no siempre resulta sencilla, pero puedes alimentar tu resiliencia para crear nuevas realidades. En lugar de interpretar este hecho como un obstáculo, intenta encontrar alternativas frente a ese límite. Actualmente, además, dispones de distintos recursos que te permiten mantener comunicación a distancia y hacer amigos online.
3. Abre nuevas puertas para ser feliz en soledad
La soledad se convierte en una fuente de sufrimiento cuando se transforma en aislamiento. Pero nadie debe sentirse culpable por su soledad. Es un sentimiento que puede llegar a silenciarse por miedo, sensación de vergüenza u otras causas. Existen entidades que son sinónimo de esperanza porque invierten en recursos de ayuda para luchar contra la soledad.
4. Busca la compañía más allá de la amistad
Existen muchos vínculos sociales que son importantes. Por ejemplo, cuida la comunicación con tus vecinos. Por otra parte, el sentimiento de compañía puede producirse, incluso, en la concentración de un instante de soledad. Así ocurre cuando realizas una actividad que te enriquece a nivel emocional y que te entretiene. La lectura, el cine y la escritura creativa son algunas de las disciplinas que pueden inspirarte.
Existen muchos estímulos externos que envían un mensaje limitante al vincular la felicidad absoluta con el amor de pareja. Sin embargo, es probable que puedas inspirarte en el ejemplo de quienes, en diferentes circunstancias, hablan en positivo de sus momentos de soledad.