Si somos los seres humanos quienes tenemos la capacidad de complicar nuestra realidad a partir de nuestras decisiones, también tenemos el poder de simplificarla. ¿Qué hacer para lograr este propósito aplicando una perspectiva de minimalismo alineado con la existencia? En Son Pareja te damos cuatro ideas.
Aprecia lo sencillo
En todos los ámbitos de la vida, en la amistad, el amor, la familia y el trabajo. Quedar a la expectativa de acontecimientos extraordinarios por poco frecuentes no te permite valorar con el corazón aquellos aspectos simples pero bonitos tanto en lunes como en viernes.
Elabora una lista de tu inventario de gratitud en torno a aquellos aspectos sencillos que llenan tu vida de luz. Al valorar lo cotidiano, también mantendrás tu capacidad intacta para sorprenderte con aquello que ocurre de vez en cuando.
Valora a quien te dedica parte de su tiempo
Las relaciones personales también cambian. Y, a veces, toca despedirse. Puede que esto ocurra incluso en contra de la propia voluntad. Sin embargo, si una parte de tu sufrimiento está causado por amistades que no muestran interés en las conversaciones o al tomar la iniciativa de quedar. Y a pesar de que ya has expresado cómo te sientes, nada cambia, debes tomar alguna decisión al respecto. Por ejemplo, puedes simplificar al borrar números de teléfono, que no utilizas, de tu agenda.
Más tiempo de lectura
El proceso de simplificar la vida también pasa por dedicar menos minutos a algunas tareas y más tiempo a otras. Una de ellas, por ejemplo, la lectura de libros con la que puedes descubrir a autores, historias y personajes. El aprendizaje asociado a la lectura conecta directamente con la vida.
Alimento mental
Tan importante como la nutrición corporal, es el alimento de la mente. Alimenta tu interior con conversaciones, naturaleza, experiencias, planes culturales, nuevas vivencias, aprendizaje, aficiones y tiempo de calidad.