Las creencias no están en la realidad de las cosas, sino en la de tu mente. Son filtros que distorsionan tu mirada de una manera negativa y reduccionista. ¿Cuáles son las creencias limitantes más habituales sobre las relaciones de pareja?
No tengo suerte en el amor
Algunas personas realizan esta afirmación y se convencen a sí mismas de que forman parte de un universo en el que parece no quedar ni un mínimo espacio para la fe en la posibilidad de vivir un amor estable y correspondido. Este prejuicio de la mala suerte parece convertirse en una coraza para la queja y la insatisfacción.
El pasado nunca determina el presente. De hecho, puedes reinterpretar el ayer bajo la nueva luz que te brinda el ahora.
El amor es ausencia de libertad
Cuando una persona identifica este sentimiento con los límites de la libertad personal, siente que el hecho de mantener una relación de pareja no es una vivencia apetecible por el alto grado de renuncia que plantea esta elección. Sin embargo, compartir tu vida con alguien no significa que tengas que renunciar a tu propia individualidad puesto que existen espacios compartidos y otros diferenciados.
¿Cuál es el riesgo de esta carencia? El miedo al compromiso.
La felicidad de estar soltero no es tan completa
Algunas personas viven este pensamiento como cierto, cuando en realidad, la frustración de un vínculo infeliz es agotadora.
Por el contrario, el bienestar que experimenta una persona que protagoniza su historia sin dejarse encasillar en viejos tópicos románticos es muy estimulante para quien acepta su realidad sin transformar la soltería en una carencia. ¿Cuál es el efecto negativo de este punto de vista? La posibilidad de vivir amores de apego y dependencia.
Por tanto, cada persona puede tener sus propias creencias limitantes sobre las relaciones de pareja. Conviene identificar esos prejuicios y hacer cambios significativos para interiorizar otras ideas potenciadoras.