Vínculos sanos


La gente tiene la tendencia de depender emocionalmente de otra persona desde la infancia. Depender de alguien no significa que el amor esté presente en esa relación. El problema de la dependencia es que llega un momento en el que se necesita tanto a la otra persona que no se es capaz ni de tomar decisiones solo. Lo mejor en cualquier relación es que existan los denominados vínculos sanos.

Los vínculos sanos son los encargados de proporcionar una sensación de seguridad consiguiendo una clara reducción de la ansiedad o el estrés. Todas las parejas difieren en la forma en la que alcanzan la experiencia de la intimidad y el amor. Los vínculos sanos se pueden encontrar con parejas algo más mayores que tienen una autoestima alta y no tienen miedo a ciertos aspectos de la vida.

Son capaces de disfrutar de los sentimientos de amor y la confianza de su pareja mostrando sin tapujos su amor. Suelen estar dispuestos a cambiar sus propios comportamientos y pasar por alto los fallos de su pareja. Con estos vínculos, no es de extrañar que la gente se sienta cómoda dependiendo de otros y que otros dependan de ellos.

Una ventaja importante de una relación con alguien más adulto o, simplemente con más experiencia es que los conflictos se toman como algo constructivo. Tienden a ver el conflicto como una oportunidad de comunicarse y compartir sus sentimientos. La resolución de un conflicto puede fortalecer la confianza en su pareja y de la relación. La dependencia emocional demasiado intensa puede limitar la capacidad para desarrollar relaciones, no lo olvides.

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