El miedo al compromiso se puede superar siempre que la persona toma conciencia de su conflicto interior y quiere afrontarlo para vivir con mayor libertad interior. El primer paso es descubrir la causa de esta barrera.
Mala relación de los padres
Las relaciones de pareja también se interiorizan de una forma o de otra dependiendo del rol que se haya visto en los padres. Tener como referente un modelo de pareja unida es muy distinto al que puede tener un hijo que ha visto una relación problemática en sus padres. El ejemplo deja huella en la mente infantil y este recuerdo, es vital incluso en la etapa adulta.
Mala experiencia sentimental
Las personas que han tenido alguna mala experiencia sentimental también pueden posicionarse de una forma negativa en su presente y evitan tener una relación de futuro con alguien pensando en que tarde o temprano, la historia puede salir mal. En este caso, las personas se protegen del miedo a sufrir.
Es difícil iniciar una historia de amor con una persona cuando todavía quedan heridas por resolver y asuntos pendientes del ayer. Por tanto, hay que desenredar los nudos para poder comenzar desde cero con una buena higiene mental, evitando confundir los términos de lo que fue ayer y de lo que es hoy.
Pérdida de libertad
Existen personas que asocian la idea de tener pareja con la pérdida de libertad que surge al asumir un compromiso con alguien. Está claro que la vida en pareja tiene unas connotaciones distintas a las de un soltero. Sin embargo, el amor no es una cárcel puesto que la base de una pareja sana es la confianza, el respeto y la diferenciación. Dos personas que se quieren no se funden en una, más allá de los estereotipos románticos que pueden hacer tanto daño.