Existe un sentimiento posible en el amor: la soledad. Estar con alguien pero experimentar un vacío interior puede ser la consecuencia de un tipo de vínculo que se sostiene sobre la base de la superficialidad. Un lazo que no toca el corazón verdaderamente. ¿Cuáles son las características de las relaciones vacías?
1. Efecto de la costumbre
Este tipo de relación no solo puede experimentarse desde la etapa inicial del noviazgo sino también durante una etapa estable de convivencia. En ambos casos, los protagonistas permanecen en su zona de confort, no alcanzan su máximo desarrollo y felicidad desde este escenario. Sin embargo, continúan con esta rutina porque la costumbre parece tapar el temor a la soledad que siente quien sigue en este punto.
2. Poca intimidad en las relaciones vacías
Una relación no evoluciona cuando no existe intimidad entre quienes comparten sueños, intereses y momentos verdaderamente significativos. Son lazos en los que existe una distancia afectiva incluso cuando ambos comparten momentos de su rutina en su hogar. Incluso cuando cada uno cree conocer verdaderamente al otro, en realidad, lo hace desde su propia perspectiva.
Existen distintos tipos de relaciones vacías. Un enamorado puede sentirse de este modo cuando está quedando con alguien alguien pero ha depositado sus expectativas en una persona que no se implica, es decir, no se compromete. También ocurre en aquellos matrimonios que a pesar de estar aparentemente comprometidos, viven una historia en la que cada uno está desconectado del otro en lo verdaderamente importante.
3. Carencias afectivas
Para profundizar en una situación de estas características conviene ir más allá del propio vínculo de pareja para observar, por ejemplo, las carencias afectivas de aquella persona que no se valora verdaderamente a sí misma. Y llega a conformarse con la realidad de esta historia de amor que le aporta más insatisfacción que alegría.
Estas son, por tanto, tres características de las relaciones vacías.