Realidad y apariencia no son términos sinónimos. Una diferenciación de conceptos que conviene tener en cuenta en el plano del amor. A continuación enumeramos tres características de las parejas que aparentan ser perfectas.
1. Preocupación por el qué dirán
Surge el deseo de mostrar una imagen de éxito y felicidad ante los demás. Puede ocurrir que la realidad interna del vínculo sea significativamente diferente, sin embargo, las carencias del amor no se evidencian hasta el momento de la ruptura. Instante en el que el entorno más cercano se sorprende de un desenlace que parece no estar alineado con la realidad previa.
2. Presumen de su relación ante los demás
Hoy en día, las redes sociales se han convertido en un altavoz a través del que una persona puede compartir momentos y detalles de su vida. Algunas de las parejas que aparentan ser perfectas parecen protagonizar un auténtico cuento de hadas que queda inmortalizado en bonitas instantáneas, sonrisas infinitas y gestos de complicidad. La realidad y la apariencia, como hemos indicado, no son términos sinónimos.
Y, en ocasiones, también existe una distancia significativa entre la vida cotidiana y aquello que se muestra en redes. Por ello, aunque no sea de forma intencional, son parejas que presumen de su felicidad ante los demás. De este modo, se reafirman en la experiencia del propio amor.
3. Un amor imperfecto
Todas las relaciones tienen fortalezas y debilidades. Aquellas parejas que aparentan ser perfectas magnifican los aspectos positivos del vínculo ante los demás y, por el contrario, dejan en un segundo plano aquellas imperfecciones que forman parte de la relación. Desde el punto de vista emocional, conviene aclarar que querer mantener una imagen ideal ante el entorno cercano es una experiencia agotadora.
Tres características de las parejas que aparentan ser perfectas que, por otra parte, ocultan altas dosis de insatisfacción e infelicidad.