Vivir de verdad, al cien por cien, con coherencia interna puede no ser una labor sencilla si tenemos en cuenta que existen tantas personas que se casan por la iglesia, a pesar de no tener creencias religiosas, por el hecho de no dar un disgusto a la familia que es conservadora. También sucede a la inversa, personas que tienen valores tradicionales, tienen cierto pudor al confesar su modo de pensar en una primera cita. Además, también existen personas inmersas en una relación infeliz por miedo a la soledad… La mente es muy compleja y muchas veces, el ser humano se conforma con algo inferior a lo que puede aspirar.
La autenticidad
La autenticidad es lo mejor que te puede pasar en la vida, y por suerte, se trata de una cualidad que tú puedes cultivar al ser coherente entre pensamiento y acción. Una de las peores trampas es la de decir algo y hacer todo lo contrario, o la de posponer durante años deseos importantes que quedan ocultos en el corazón.
Es verdad que el ser humano vive en sociedad y que cualquier persona tiene familia y amigos, y este entorno social, es fundamental para su bienestar. Sin embargo, es importante que tengas personalidad para vivir como tú quieres vivir, y no de cara a la galería, porque los valores de cada uno son diferentes.
Estar en pareja no es sinónimo de felicidad
Existen personas también, que asocian la pareja con la felicidad y la soltería con la infelicidad. Este tipo de ideas lleva a algunas personas a convertir en un problema algo que no es en sí mismo un conflicto. Existen personas con una vida plena para las que el único conflicto es estar sin pareja a partir de cierta edad.
En ese caso, ten personalidad para no sentir la presión del entorno cuando te hablan del tema y te preguntan si ya has encontrado a alguien. Y por otra parte, si tienes ganas de enamorarte, busca posibles formas de conocer gente nueva.