Una ruptura de pareja no siempre es sinónimo de un adiós definitivo. Existen algunas situaciones en las que dos personas viven una circunstancia que les obliga a tener un contacto frecuente. ¿Cuáles son estas situaciones en las que la cordialidad es un valor?
Cuando la pareja tiene hijos en común
Cuando se produce este tipo de circunstancia, el rol de pareja se rompe, sin embargo, debe permanecer el vínculo de padres por el bien del niño que será un nexo de unión eterno para ambos. En este tipo de situación, se produce la dificultad emocional de anteponer esta necesidad de diálogo, con la frustración sentimental y el dolor del desamor.
Cuando la pareja trabaja en la misma empresa
Si dos personas trabajan en la misma empresa, en este tipo de casos, existe un vínculo de compañerismo en la oficina que obliga a los implicados a mantener el contacto en el plano profesional. El verdadero reto en este tipo de situación es que los malos rollos personales no afecten al plano laboral.
Cuando la pareja tiene un mismo grupo de amigos
En ocasiones ocurre, que una pareja tiene un amplio círculo de amistades en común, un amplio grupo de amigos con quienes organizar planes durante el fin de semana. En este tipo de casos, es recomendable buscar la cordialidad de mantener el contacto con el ex. La cordialidad no es amistad pero sí es un ingrediente que hace que la convivencia en este tipo de situación sea más fácil.
Es posible que te sientas motivado por las circunstancias para mantener un contacto cordial con tu ex en aquellos casos en los que además de pareja, habéis sido algo más. Y entonces, es ese otro lazo el que permanece. Por ejemplo, si antes de pareja fuisteis amigos, tal vez esa amistad perdure.