Muchas veces, las personas se centran en el lado negativo de una historia de amor que se vive a distancia. Sin embargo, la realidad es que esta experiencia también puede ser muy gratificante y positiva a nivel vital. En primer lugar, mientras que existen muchas personas que renuncian a sueños por el hecho de tener pareja, aquellas parejas sólidas y con confianza, se permiten viajar al extranjero una temporada por motivos académicos o de trabajo, por ejemplo. Este tipo de situación, que evidentemente, puede costar al principio, también permite beneficios desde un punto de vista emocional.
Tienes más tiempo para ti, para tus planes, puedes pasar más rato con tus amigos, disfrutar de planes sociales más variados… Por otra parte, la distancia también te permite pensar mucho más en tu relación con cierta objetividad. Puedes analizar tus sentimientos, valorar si de verdad estás contento con esa persona, si imaginas un futuro a su lado…
Por otra parte, en la distancia también se pone en práctica el arte de la espera. De este modo, las ganas de ver a esa persona tan especial para ti, también van en aumento a lo largo del tiempo. Por tanto, los reencuentros son momentos únicos y especiales.
En ese caso, se muestra que la calidad del tiempo es más importante que la cantidad de días que se pasa juntos. Cuando sabes que el tiempo es limitado, lo aprovechas y lo disfrutas al cien por cien. Por el contrario, cuando una pareja no tiene la presión del tiempo puede que haya momentos incluso de aburrimiento. Por otra parte, a través de la distancia también se fomenta otro tipo de comunicación que puede ser muy romántica: la carta. Anímate a escribir una carta de amor y refleja tus sentimientos. Por supuesto, también puedes utilizar el correo electrónico o llamar por teléfono.