Saber el estilo de cada uno en las discusiones de pareja


Las parejas discuten. No importa el amor que se tengan o el grado de compromiso que hayan alcanzado, simplemente hay momentos en los que todo el mundo discute. Las discusiones pueden ser buenas ya que pueden permitir a las parejas resolver cuestiones y problemas. Sin embargo, guardarse cosas o sentir rencor no es nada positivo. La clave para determinar cómo son vuestras discusiones es reflexionar sobre el estilo que tenéis durante las discusiones.

Uno de esos estilos es el de boxeador. En lugar de explicar con calma las cosas, las chispas de la discusión serán muy fuertes y solo os preocuparéis de devolver los insultos. Otro estilo es el del sonriente. El que sonríe pretende demostrar que todo está bien y que nada tiene importancia. El rencor que guarda puede ser demasiado peligroso.

El muro de piedra es aquel que tiene un estilo discutiendo verdaderamente frío y no le importa nada. Puede llegar, incluso, a tener algún momento violento con tal de defender su postura. Otro de los estilos es el del diplomático. Este luchador sin duda tiene alma de político e intenta suavizar la situación constantemente. Seguro que es capaz de decir algún piropo en los momentos más tensos. Una vez averiguado el estilo de lucha, puedes empezar a cambiar.

Por ejemplo, si eres del estilo boxeador, puedes pensar que tu comportamiento se debe a problemas con tu autoestima. En vez de reaccionar de forma inmediata en una situación, debes intentar romper ese patrón de comportamiento. La mayoría de los desacuerdos surgen cuando una fuerza se empareja con una debilidad. Uno de los dos tiene más experiencia a la hora de tener conflictos y el otro es más débil.

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