Existen personas que acumulan a sus espaldas historias difíciles y tormentosas al extremo. A veces, resulta sorprendente cuando escuchas un testimonio de este tipo, que tanto dolor haya podido recaer sobre los hombros de un mismo protagonista y en un margen de tiempo relativamente breve. Pues bien, en la mayoría de las ocasiones, estas personas se consideran víctimas de la mala suerte o del destino. Sin embargo, merece la pena hacer balance, un acto de introspección y pensar, simplemente, qué parte de responsabilidad tiene cada persona en la elección que realiza en el amor.
Es decir, conviene asumir que cada uno también es responsable de sus equivocaciones y de estar enganchado a relaciones tóxicas cuando admira a alguien que resulta muy poco positivo desde un punto de vista emocional. Mientras la persona implicada no se da cuenta de este hecho, puede seguir repitiendo el mismo patrón de conducta que le hará sentirse infeliz en el amor una vez tras otra.
Son personas que puede que encuentren pareja (precisamente porque de normal, tampoco saben estar solas). Sin embargo, su ejemplo muestra que el hecho de encontrar un compañero no es lo que te hace sentir mejor sino que lo que de verdad te suma felicidad es que sea una persona que te valore, te respete y comparta el mismo proyecto de vida que tú.
Por el contrario, cuando estás con alguien que te humilla, no te cuida y te desprecia, lo único que sentirás es vacío interior, decepción y rabia. Todo eso, a la vez que tu autoestima irá cayendo por debajo del suelo en un pozo sin fondo del que tendrás que rescatarte un día desde la dignidad y la certeza de saber que mereces algo mejor. Mereces amor, respeto y vivir en plenitud.