En medio de una ruptura de pareja, todavía más cuando se trata de un hecho inesperado, es relativamente posible que se dramatice la situación al extremo. En ese momento, sólo se observan los rasgos negativos de la otra persona, hasta el punto de que ya parece casi imposible imaginar qué fue lo que te enamoró de ella. Situaciones de este tipo muestran cómo, dependiendo del punto de vista, es posible vivir emociones diferentes con una misma persona.
¿Por qué se sufre en una ruptura? Sencillamente, porque se ha amado. El amor es incompatible con la indiferencia que por suerte, se alcanza una vez que ya se han curado todas las heridas. Pero este proceso de recuperación lleva mucho tiempo. Merece la pena desdramatizar a través del sentido del humor. En medio de una ruptura a veces, parece que se hunde el mundo. Sin embargo, si echas la vista al pasado, puede que ya hayas atravesado por una situación semejante. Y en cambio, sobreviviste con éxito y te volviste a enamorar después. Pues bien, en un futuro inmediato también puedes volver a sentirte así de pleno más allá del dolor del presente.
Los momentos dramáticos también tienen su punto de humor, ya que es habitual que con el paso del tiempo, cuando ya todo ha quedado atrás, el sujeto pueda incluso reírse de sí mismo. En vez de quedarte encerrado en casa, recordando una y mil veces lo sucedido, intenta tener tu mente ocupada. No te comportes como si todo tu mundo se redujera a esa persona que ya no forma parte de tu vida. Tu existencia es mucho más rica, por ello, intenta cultivar todas las parcelas. Es normal que en un desamor, el desgarro interior pese mucho más. Sin embargo, puedes seguir disfrutando de emociones tan gratificantes como la amistad.
Pon en práctica el sentido del humor y también, aprende a distanciarte a nivel emocimonal de la otra persona. Para poder tomar tu espacio, y empezar a vivir de nuevo. Mucha suerte.