Romper una relación, es una situación difícil puesto que no es nada agradable, decirle a la persona con la que compartes tu vida que ya no quieres seguir con ella. Sin embargo, en realidad, a pesar de ser pareja, hace tiempo que no compartís la vida de la misma forma si en tu mente, suena con fuerza la idea de romper como una lucha interna, que no terminas de resolver. ¿Qué sucede cuando no tienes la valentía de romper?
El mal humor aumenta
Cuando una persona quiere romper pero no se anima a dar el paso entonces, se da cuenta de que arrastra mal humor y enfados constantes hasta el punto de discutir con la pareja por cualquier tema sin importancia. En ese caso, lo que está pasando es que el tema de fondo no se resuelve. Y mientras no hables de aquello que te afecta, las cosas irán a peor.
Cuando una persona no tiene la valentía de romper, se cae en el error de confundir el amor con la lástima de seguir pegado a alguien, a pesar de no amarle de verdad. No querer hacer daño a otra persona es solo una excusa para no dar el paso. En realidad, quienes no rompen una relación, tienen más miedo a su propia soledad.
Infelicidad en pareja
La infelicidad compartida aumenta y se multiplica por dos. Por ello, cuando uno de los dos quiere romper pero no da el paso, se produce una situación muy incómoda para ambos. Para aquel que siente que va a ser abandonado, inicia una etapa de incertidumbre interior y de desgaste puesto que se esfuerza mucho más por sorprender al otro como si estuviese en su mano ganarse el amor de una forma definitiva.
El verdadero acto de amor, es decirle a alguien que ya no te importa como antes, que ha llegado el momento de iniciar caminos por separado.
Interesante post, aunque en realidad no creo que sea un acto de amor propiamente dicho decirle a alguien que ya no te importa como antes. Aunque también es cierto que todo depende de cada historia, de cada pareja, por lo que en algunos casos sí podría considerarse un acto de amor, entre comillas siempre. Es tan triste una ruptura amorosa cuando uno de los dos sigue amando…
La sinceridad es un acto de amor y de lealtad. Por ello, decirle a alguien la verdad, aunque duela, también es una forma de amor.