Los convencionalismos sociales afectan directamente al tipo de preguntas que amigos y familiares suelen hacer a las parejas estables. Preguntas ante las que las parejas se sienten como si debieran dar explicaciones a los demás sobre cuál es su modelo de vida o sus planes a corto plazo. Una de las preguntas que es mejor no hacer a las parejas de un modo insistente, especialmente, si no se tiene confianza suficiente es: ¿Cuándo vais a tener hijos? Este tipo de pregunta puede causar heridas internas porque en algunos casos, es como poner el dedo en la herida de un dolor que la pareja tiene en relación con este tema.
Respetar la intimidad de cada pareja
Así ocurre en el caso de aquellas parejas que desean formar una familia y están teniendo dificultades para lograr el embarazo. Además de la frustración emocional que por sí misma causa este tipo de vivencia, el dolor se multiplica cuando el entorno más cercano recuerda constantemente a la pareja a través de preguntas de este tipo, el motivo de su malestar. Son comentarios que se realizan sin mala intención, sin embargo, conviene tener empatía y aprender a identificar qué cuestiones forman parte de la intimidad de una pareja. Y cada pareja decide con quién quiere compartir su propia historia.
Parejas que no quieren tener hijos
En otras situaciones, también sucede que la pareja puede haber tomado la decisión libremente de no tener hijos (o de no tenerlos de momento). En ese caso, este tipo de preguntas también puede producir incomodidad emocional por dar por supuesto que solo existe un único modelo de historia de amor en el que se producen una etapas concretas.
La pregunta que se hace a las parejas estables sobre cuándo van a tener hijos es tan repetitiva como la que escuchan los solteros con comentarios del tipo: ¿Y cuándo vas a buscar pareja?