Piensa más en ti y menos en él


Piensa en ti y no en él (o en ella). Es decir, centráte en ti mismo y no en la persona a la que has querido durante un tiempo. Apuesta por tu bienestar y céntrate en ti, evita preguntar a amigos comunes algo de la vida actual de tu ex, sencillamente, porque sólo así podrás empezar de nuevo y sólo así, podrás recibir a buenas personas en tu camino. En ese camino de la vida que a veces, resulta un tanto amargo como sucede, por ejemplo, en el rechazo de la persona que te gusta, en un momento de infidelidad, en la ruptura de una relación, en definitiva, en aquellos casos en los que eres víctima de la cara más amarga del amor.

Pensar en uno mismo es más que necesario en cualquier momento de la vida. Por ejemplo, en caso de que estés con una pareja que te humilla constantemente, no debes tener ninguna duda de poner punto y final a tu relación más allá de que esa persona te pida perdón cada vez que comete un error. Mereces a alguien mejor en tu vida. Alguien que sea capaz de sentir orgullo por la persona que tiene al lado.

Una de las razones que te pueden llevar a pensar más en el otro que en ti mismo es el hecho de tener viva la esperanza de conquistar el corazón ajeno. La esperanza es una emoción magnífica, sin embargo, cuando está basada en el autoengaño es nociva. O incluso, cuando está basada en un objetivo que puede perjudicarte, te limita y te resta alas, hasta el punto de que tarde o temprano, se transformará en desesperación.

El amor es un regalo muy bonito, por ello, piensa en ti para poder pensar en el otro cuando la persona adecuada se cruce en tu camino de una forma misteriosa y mágica.

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