Decir «te quiero» tiene un significado diferente para cada persona. Existen personas que a pesar de estar enamoradas, rara vez pronuncian estas palabras. ¿Por qué? En muchos casos, porque el sentimiento se da por supuesto. Cuando preguntas a alguien pudoroso en este sentido, por qué no expresa más sus sentimientos más profundos, responde con total seguridad en sí mismo que la otra persona ya los conoce. Sin embargo, la necesidad de escuchar un «te quiero» forma parte de esas necesidades afectivas que todos tenemos y que incluso, se intensifican en algunos momentos de la vida: problemas laborales, conflictos de pareja, dificultades vitales…
Los enamorados que casi nunca dicen «te quiero», sí lo expresan, pero lo hacen de otra forma. Intentan mostrar su afecto a través del poder de las acciones. Algo que resulta muy positivo ya que es a través de los hechos cuando el protagonista se muestra tal y como es.
Las acciones suponen un esfuerzo, una coherencia entre el pensamiento y los hechos, por tanto, merece la pena aprender a dar valor a cada pequeño gesto. Todas las personas que tienen dificultades para decir «te quiero» por timidez o por ser muy reservadas pueden animarse a hacerlo con más naturalidad a través del lenguaje escrito. A veces, supone mucho más esfuerzo verbalizar de palabra este sentimiento que hacerlo a través de la magia del papel, por ejemplo, a través de una carta de amor.
«Te quiero» es un mensaje profundo, y como tal, conviene no desgastarlo a base de decirlo en cualquier momento e incluso fuera de contexto. Por ello, en el seno de una relación de pareja tampoco es adecuado decir «te quiero» antes de tiempo cuando se tienen dudas incluso de los propios sentimientos. Al inicio de una historia, las certezas no son habituales, sino más bien, las dudas.