Una de las cosas más angustiosas por la que pasamos algunas veces a lo largo de nuestra vida es pedir una cita a alguien. Los nervios de la mayoría de la gente son producidos por el miedo al rechazo. Todos tememos ser rechazados por esa persona que nos gusta. A nadie le gusta ser rechazado, pero hay veces en que si no preguntas nunca podrás averiguar si vas a ser correspondido o no.
La mejor manera de limitar las posibilidades de rechazo o al menos minimizar el daño es seguir unas cuantas reglas sencillas. Toma nota:
– Nunca pidas salir en público
No le pidas a alguien delante de los amigos o conocidos salir. Debes elegir un momento en el que estéis solos. Lo importante es hacerlo en persona pero, sin testigos.
– No utilizar intermediarios
Muchas personas creen que si le piden a un amigo que hable con esa persona, el daño si hay una negativa será menor. Eso no es correcto. Un amigo no va a transmitir el mensaje igual que lo harías tú, además la otrs perdona puede pensar que eres un poco ”inútil” ¿no crees?
– No dejes notas
Las notas se pueden perder o simplemente no mostrar lo que en realidad se quiere decir. Cuantas veces nos ha pasado leer algo y al no darle la entonación correcta hemos pensado otra cosa ¿verdad? Las notas son un arma de doble filo.
– No te apresures
Se debe esperar un tiempo prudencial hasta dar el paso de decirle a una persona que si quiere salir contigo. En una primera conversación no tienes por qué enterarte de que está casada y tiene dos hijos. Ten paciencia y, tras unas cuantas conversaciones interesantes atrévete a dar el paso.