Una de las situaciones que genera más conflicto emocional en una pareja es aquella en la que uno de los dos quiere tener hijos, mientras que el otro no lo desea. Si te encuentras en esta encrucijada tienes que valorar sinceramente cuál es tu proyecto de vida personal no solo en presente, sino también, en futuro. Intenta analizar si esta relación cumple tus expectativas personales de forma importante o, por el contrario, la idea de no tener hijos te produce tanto sufrimiento futuro que, en ese caso, es importante que seas coherente con ese sentimiento interior.
La ruptura de expectativas personales
Tú estás en tu derecho de desear tener hijos. Pero tu pareja también puede tomar la decisión de no tenerlos. El conflicto nace cuando ambas posiciones son irreconciliables. Habla con tu pareja, intenta escuchar su punto de vista, y a su vez, expresa todo aquello que sea importante para ti en relación con este tema. Esta conversación pendiente que tal vez has estado posponiendo por miedo a afrontar la realidad, te dará más información para tomar una decisión u otra. Tal vez descubras que anteriormente tu pareja ya había mostrado su deseo de no tener hijos pero no es hasta ahora, como consecuencia de la presión de la edad, cuando esas palabras empiezan a tener un mayor peso en tu vida.
Cómo tomar la decisión
En una situación de este tipo, la decisión más adecuada es aquella que te ayude a ti a sentirte mejor. Es una decisión íntima y personal, por tanto, medita sobre cuáles son los ingredientes determinantes de tu proyecto de vida a partir de ahora y da pasos que te ayuden a estar cerca de ese plan de acción. Es posible tomar la decisión consciente de renunciar a tener hijos si esa historia es feliz. Pero, también es posible romper esa relación ante la frustración que genera la idea de no formar una familia.