¿Quién no ha oído hablar en alguna ocasión de las famosas locuras hechas por amor? Es decir, de actos realizados bajo el influjo del sentimiento, que muchas veces, no está procesado por la razón. De esta forma, esos actos se convierten en un impulso irracional que lleva a aquel que lo siente a mostrar de una forma más evidente y espectacular sus sentimientos por la otra persona. Las locuras de amor son impredecibles, arriesgadas e inesperadas. Y a la vez, son bonitas, simplemente, porque en ese momento quien las lleva a cabo se llena de valentía para superar cualquier obstáculo o cualquier barrera interna o del entorno. Son gestos románticos que no se producen en la rutina cotidiana de una pareja, sin embargo, cuando se producen dejan huella y se recuerdan para siempre.
Las locuras de amor no tienen que ser grandes proezas, ni grandes hazañas, simplemente, son gestos que salen del corazón y que la persona realizó de una forma totalmente desinteresada y con un sentimiento profundo. En general, conforme una persona va cumpliendo años y acumula experiencias negativas a sus espaldas, se va poniendo corazas y barreras, por lo que, la espontaneidad de las locuras de amor es más propia de los primeros años de juventud, cuando la inocencia está intacta y se cree en el amor para toda la vida, firmemente.
Existen personas muy racionales a quienes les gusta llevar el control de la situación. En ese caso, tienden a racionalizar todo tanto que rara vez dan un paso sin saber las consecuencias que puede tener. Y está claro que una manifestación de amor evidente es en cierto modo, incontrolable porque la reacción de la otra persona es impredecible. De hecho, muchas veces sucede, que el destinatario de un mensaje de amor no reacciona de la forma que al emisor le gustaría.
Para mi amor de mi vida te amojr