Tienes más de treinta años y todavía no has dado con tu pareja ideal… Disfrutar de una vida de soltera, sin ataduras, se puede presentar como un aliciente formidable para involucrarte en tu quehacer profesional y en bonitas actividades de ocio.
Jamás dejes de lado tus prioridades y hobbies. Es fundamental ser una mujer capaz de pasarlo bien sola pero no por ello has de dejar a un lado la familia y las amistades.
No tienes que esperar a que un hombre te invite a salir para ir a los locales más chic de tu ciudad. Toma la iniciativa y convence a tus amigas para conocer nuevos restaurantes, cafeterías y locales donde pasar una magnífica velada.
Y, aunque encuentres al hombre ideal, haz un pacto con tus amigas parra seguir quedando. Eso le dará seguridad a las que estén solteras y asegurará a las que tienen pareja que si rompen no se quedarán solas. Intenta ser buena amiga por encima de todo, es decir, aceptaros como sois, sin juicios ni criticas.
Disfruta de tu vida sexual sin complejos, ¡eso sí tomando siempre las debidas precauciones! La regla de oro es “no hay que dormir con cualquiera”, simplemente actúa con la misma naturalidad con que lo han hecho siempre los hombres. En materia sexual tienes las mismas necesidades y derechos que el género masculino, así que atrévete con esos juguetes sexuales y da rienda suelta a tus fantasías eróticas.
Al disponer de tanto tiempo, dedícate a mimarte para estar espléndida. Inspírate en las grandes pasarelas del mundo y dale tu toque personal. Recuerda que en moda todo tipo de mezclas arriesgadas son súper sexys, si se llevan con estilo, y por supuesto si te quedan bien.
Y lo más importante: la independencia económica te da alas. Si tu pensamiento secreto es “querer encontrar un hombre para así poder dejar de trabajar”, cámbialo, depender tanto de otra persona te hará ser muy vulnerable y te hará mucho más difícil una situación de ruptura.