La violencia doméstica


La violencia doméstica es una epidemia que está barriendo todo el mundo. Este tipo de violencia incluye cualquier tipo de abuso por parte de padres, hijos, cónyuges o amantes. Un tipo de abuso doméstico es el que implica hirientes actos físicos que incluyen pellizcos, bofetadas, golpes, patadas, puñetazos, tirar del pelo, e incluso, el uso de armas. Estas armas pueden ser cuchillos, cinturones, palos, vehículos, cigarrillos o encendedores, tenazas, martillos, plancha, herramientas de jardinería y todo aquello que se te pueda pasar por la imaginación para infligir un daño físico.

Otro tipo de violencia, son los abusos sexuales. Algunos ejemplos de este tipo de abuso incluyen la violación, los actos de fuerza o por coacción sexual, incesto, caricias no deseadas, visualización de imágenes que no se quieren ver, insultos relacionados con la sexualidad de la víctima o el rendimiento, etc. Los abusos más difíciles de probar son los de carácter psicológico.

La degradación intencionada de la autoestima por los insultos o una conducta menospreciando así como las limitaciones excesivas o el control sobre el comportamiento de otra persona, la libertad financiera, o la interacción con los demás son algunos de los ejemplos que muchas personas pueden estar sufriendo en sus casas. La violencia doméstica y los abusos no tienen límites en cuanto a raza, religión, edad, sexo, ubicación geográfica, orientación sexual, o la capacidad financiera y social.

Los padres abusan de los niños, los hijos abusan de los padres mayores, los hombres abusan de las mujeres y las mujeres de algunos hombres. Hace tiempo, un estudio reveló que de los cuatro millones de mujeres que son maltratadas físicamente en Estados Unidos, se estima que 960.000 son casos producidos por la pareja de la mujer vejada. Hay que hacer algo ¿no crees?

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