Llega un momento en la pareja en el que las discusiones se vuelven un tema cotidiano e incluso natural. Las parejas que llevan toda la vida juntas, más allá de lo mucho que se quieren, también tienen discusiones frecuentes y muchas veces, por temas cotidianos. Cuanto más convives con alguien, y más intimidad hay, más opciones se tienen de poder compartir momentos menos románticos. Pero la primera discusión puede afrontarse de una forma un tanto exagerada y dramática, porque surge en un momento en donde todo había sido de color de rosa.
Los inicios del amor son así, todo fluye con más facilidad, los momentos compartidos son perfectos y no hay nada que te apetezca más en el mundo que estar con esa persona que es especial para ti. ¿Cómo afrontar la primera discusión de pareja?
En primer lugar, asumiendo la responsabilidad en la misma, no dando por sentado que la culpa ha sido del otro. En vez de buscar culpables es mucho más práctico, y más sano a nivel emocional, buscar responsables. Por otra parte, también es adecuado buscar una utilidad a esa discusión: puede que te haya servido como puente para conocer mejor a tu pareja, saber qué quiere, qué le importa y qué le molesta de ti.
En ese caso, aprovecha esa información en positivo. En tercer lugar, una vez que hayáis hecho las paces, perdona de verdad, pero no tengas ese tema pendiente siempre en la mente porque es destructivo seguir sacando cuestiones del ayer constantemente. Llega un momento en que ese peso puede con la relación porque el amor, se vive en presente.
Intenta poner sentido del humor a tu primera discusión de pareja, porque con la risa, todo se ve de una forma más relativa. Discutir no es una tragedia, siempre que se hace dentro de unos límites de respeto y educación.