El amor tiene sus fases y sus etapas, y no se pueden hacer normas generales porque cada pareja vive su historia en base a su situación del momento, a su modo de ser y a la forma en la que entienden una relación. El amor está bañado por la subjetividad más absoluta. Esta es una de las razones por las que algunas personas asocian el compromiso con la idea del matrimonio, mientras que otras parejas, consideran que no necesitan firmar ningún papel para saber que se quieren. ¿Cuándo comienza la fase de compromiso en una relación?
De una forma natural, conforme la historia avanza, y las dos personas están contentas con su situación, poco a poco, van queriendo más. Están más seguras de sus sentimientos y son capaces de hablar de un futuro en común, porque de hecho, no imaginan la vida sin la otra persona. En el amor, claro está, también existe la costumbre pero entendida en una forma positiva.
Por otra parte, al inicio de una relación, cuando estás en las primeras fases del noviazgo, no tiene ningún sentido hacer promesas, porque lo más probable es que no se cumplan. Muchos noviazgos de una forma natural no terminan en compromiso sino en ruptura. De hecho, esa es la finalidad de una etapa de conocimiento mutuo.
El problema a la hora de establecer un compromiso serio puede producirse en caso de que las dos personas no tengan el mismo ritmo. O una de las partes, aprende a esperar, o en caso de forzar la historia, el tema puede acabar en ruptura. Un compromiso es una etapa madura del amor a nivel emocional marcada por el conocimiento profundo de la otra persona y también, por la aceptación mutua. Pero además, dos personas que se comprometen estás seguras de sí mismas y también, del otro.