La distancia eterna en el amor no conduce a ninguna parte. Es decir, una relación con una persona que vive lejos tarde o temprano debe concretarse y materializarse en un amor más real. Y es que, uno de los peligros de amar cuando hay kilómetros de por medio es el hecho de que es posible idealizar al otro y que te quedes solo con sus virtudes elevadas a la enésima potencia. Pues bien, la distancia temporal sí que puede ser buena para dos personas que se quieren. De hecho, a veces, conviene que te des un tiempo con tu pareja para saber lo que de verdad deseas en caso de que estés atravesando un periodo de dudas.

La distancia te hace tomar todo con otra objetividad diferente y con otra perspectiva. La realidad es que no hace falta viajar para poder disfrutar de tu propio espacio pero sí es verdad que existen personas que tienen una relación de pareja asfixiante y tienen una noción totalmente distorsionada del amor. Como si tener pareja fuese incompatible con disfrutar de la amistad y de los amigos.
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