Las heridas de amor son muy difíciles de superar tal vez, porque en algún momento sentiste el deseo de volver atrás y aterrizar en tu pasado para actuar de una forma diferente. Cuando piensas así es porque crees que si hubieses hecho algo distinto, la historia hubiese tenido continuación o un final mejor. Es decir, pones en tu poder todo el guión y la trama de un romance que se resume, simplemente, en algo que pudo ser pero que no fue. Lejos de quedarte enganchado dando vueltas y vueltas a aquello que pudo ser, debes centrarte en la realidad de los acontecimientos y dejar de idealizar el ayer.
Además, en caso de que estés tan convencido de que la otra persona merecía la pena de verdad, entonces, lucha desde el presente. Expresa tus sentimientos para liberarte. No importa cuál sea el resultado sino que tú te sientas orgulloso de haber dado el paso y haberte liberado al contar la verdad que hay en tu corazón.
A veces, cuando el presente no es tal y como te hubiese gustado, puedes encontrar un refugio en tu pasado. Pero ya sabes que huir nunca es la mejor solución a los problemas. Por ello, evita pensar una y mil veces en algo que no pudo ser para centrarte en el aquí y en el ahora, momento y lugar en el que tal vez, conozcas a una persona que de verdad merezca la pena.
Además, debes ser más comprensivo contigo mismo, por ello, acepta tus propias decisiones y piensa que siempre actúas de la mejor forma posible en base a tu conocimiento y tu madurez del momento. Deja de sufrir porque el dolor del ayer ya no tiene sentido. Intenta olvidar y quedarte con lo bueno de cada situación. Ahora mismo, eres más sabio que ayer pero menos que mañana.