El amor es un sentimiento pero a la vez, cuando es verdadero y se convierte en un proyecto de futuro, también es una decisión basada en la razón. Una promesa de respeto y de lealtad a la otra persona que deberás mantener más allá de las tentaciones habituales que puedes sentir en algún momento (atracción por alguien que no es tu pareja). Cualquier persona se siente bien cuando sabe que es correspondida por el otro, y de hecho, en el enamoramiento es habitual sentir emociones tan especiales como es nerviosismo o el cosquilleo en el estómago de saber que vas a ver al otro, mariposas en el estómago o incluso, también miedo de que algo falle y la historia no termine de cuajar.
Por otra parte, el amor también tiene un elevado grado de misterio ya que resulta inexplicable saber por qué te enamoras de una persona en concreto y no de otra. Pero todavía es más inexplicable que dos personas se encuentren en algún momento y sientan lo mismo. Está claro que el sentimiento no siempre surge de una forma automática por ambas partes, por ello, a veces, el amor pasa por una etapa previa de amistad.
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