Existen carencias afectivas que cualquier persona puede tener como consecuencia de un bajo nivel de autoestima, un entorno social muy reducido, falta de amistades fuertes o malos recuerdos de la infancia. Las carencias afectivas son posibles, sin embargo, el mejor paso para no cometer errores importantes por la excusa de tenerlas, es ser consciente de los propios límites. Saber qué te pasa, te permite, al menos, ser reflexivo antes de tomar ciertas decisiones. ¿Qué errores es mejor evitar ante las carencias afectivas?
Existen personas que no soportan la soledad, no les gusta estar solas por ello, siempre buscan compañía. Una de las consecuencias más negativas de las carencias afectivas, es precisamente, iniciar una relación con alguien sin ser honesto realmente con la otra persona, decir cosas que en realidad, no se sienten y prometer algo que no se va a hacer realidad porque ninguna relación que surge fruto de una carencia es solida.
Uno de los mayores errores también, que surge fruto de carencias importantes es el de tener una relación tóxica y destructiva, permanecer en ella, al confundir el amor con los cambios de ánimo constantes.
Las carencias afectivas también hacen que una persona con frecuencia manipule o caiga en el chantaje emocional hacia terceros. Recuerda que la libertad es la base de las relaciones personales y solo así, es posible ser feliz con pareja, amigos y familia.
Las carencias afectivas pueden hacerte tomar decisiones precipitadas en el terreno sentimental, lo más importante, siempre es dar tiempo al tiempo para buscar el equilibrio entre corazón y razón. Por otra parte, nunca se debe cubrir dichas carencias a través de la atención de terceros sino a través de uno mismo: para ello, puedes iniciar un curso de crecimiento personal, acudir a un psicólogo para hacer terapia o escribir un diario lleno de pensamientos positivos.