El final de año empieza a ser una etapa de reflexión y de balance no sólo en el terreno profesional sino también, en el sentimental. La nostalgia empieza a pesar sobre uno mismo en el mes de noviembre cuando puedes echar la vista al pasado para ver qué logros has alcanzado, qué derrotas te han dolido, cuánta alegría acumulas o la tristeza que acumulas en tu corazón. Pues bien, en medio de este balance también surgen proyectos para el próximo año. Los objetivos no sólo son importantes en el plano de trabajo sino también, en la propia vida ya que así es posible crecer y evolucionar.
Por ejemplo, muchas personas solteras aspiran a encontrar a su media naranja en el próximo 2012. ¿Qué hacer entonces? En primer lugar, tener en cuenta el modo en el que puedes conocer a gente nueva: planes de sábado noche, actividades culturales, a través de internet, mediante otros conocidos, en actividades de voluntariado, en actividades culturales, por sorpresa… Sin embargo, la búsqueda del amor es uno de esos objetivos que no permite obsesión, sencillamente, porque no depende de ti que alguien te quiera. Es decir, una relación implica un juego de dos en el que se necesita equidad y reciprocidad.
Por ello, si estás buscando el amor, disfruta de la vida y de tu libertad. De momento, más allá de pensar en las cosas buenas que te traerá el próximo 2012, nada como centrarte en vivir al cien por cien el ahora de este año. Sólo viviendo un otoño pleno podrás prepararte para la alegría de un invierno inolvidable.
Una pareja es una forma de vida que tiene sus ventajas, puesto que es positivo tener a alguien con quien poder compartir lo bueno y lo malo. Realizar un proyecto de vida en común y apostar por la felicidad.