El amor es un impulso para ser feliz


Cada persona es diferente, única e irrepetible, sin embargo, existen sentimientos universales en el corazón humano: el deseo de ser feliz es un motor de autorrealización a cualquier edad. El amor en cualquiera de sus formas es un impulso vital para ser feliz aquí y ahora: la amistad, la relación de pareja, los vínculos familiares, el compañerismo en el trabajo, la solidaridad de la práctica del voluntariado, el amor a la vida, la autoestima como amor propio son una proyección particular del sentimiento general del amor. Lo más importante es estar enamorado de la vida para dibujar con colores vitales el camino de la existencia.

Qué hacer para ser más feliz

El nivel de felicidad no es estático a lo largo de la vida sino que esta línea sufre modificaciones evidentes ya que existen etapas de mayor o menor felicidad. Puedes hacerte estas preguntas de coaching para ser más feliz: ¿Qué puntos positivos de mi actual rutina me gustaría mantener en el futuro? ¿Cuál es el punto débil de mi felicidad, esa asignatura pendiente que quiero corregir?


Las dudas en el camino de la felicidad pueden ser frecuentes, sin embargo, para ganar seguridad interior y fortaleza es recomendable echar la vista al pasado para analizar el camino realizado, los obstáculos superados y la experiencia de vida que es la mejor universidad práctica de la felicidad.

El amor es un motor de felicidad porque este sentimiento también potencia la comprensión, el respeto, la amabilidad, la generosidad y la vitalidad. El amor nos ayuda a dar segundas oportunidades a los sueños, a los demás y a nosotros mismos.

La autoestima es la base del amor universal

El amor hacia uno mismo es clave para mejorar el nivel de satisfacción en los distintos ámbitos de la vida. Existen centros de coaching y psicología que ofrecen cursos sobre talleres de autoestima y crecimiento personal y potencian el autoconocimiento.

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