Cuando una persona se enamora de su mejor amigo tiende a sentir muchas dudas. Al tratarse de una amistad íntima, el enamorado se cuestiona si realmente sentirá algo más o por el contrario, es solo una amistad profunda. La persona siente vértigo emocional ante la idea de confesar sus sentimientos y que el amigo no sienta lo mismo (con las consecuencias que este rechazo podría tener en la relación de amistad). El temor a perder al amigo es uno de los principales frenos ante la idea de tomar la iniciativa.
No saber qué hacer al respecto
Una de las principales dudas que surgen cuando una persona se enamora de su mejor amigo es no saber qué hacer al respecto ya que, es consciente de que no pueden hacer como si no hubiese pasa nada cuando en su interior, esa amistad ha comenzado a ser causa de sufrimiento.
Escuchar las historias sentimentales del amigo y aconsejarle es difícil cuando se siente algo más. Pero por otra parte, el enamorado también desea ser un buen amigo como ha ocurrido hasta ese momento.
Pensamientos que surgen a nivel interno
El enamorado se siente confuso porque hasta ese momento ha compartido de un modo habitual sus historias personales con su mejor amigo. Sin embargo, guarda como el mejor secreto que se ha enamorado. Y esta realidad también modifica la propia relación de amistad puesto que al sentir algo más, no puede ir en contra de su propia esencia incluso cuando intenta reprimir esos sentimientos.
En muchos casos, el enamorado siente dudas por saber si puede ser correspondido y se pregunta qué sucedería con la relación de amistad en el caso de que ambos decidan apostar por un noviazgo: «¿Qué pasará si la historia no sale bien?» «¿Podremos mantener esta amistad?»
Son pensamientos frecuentes que surgen con mucha fuerza en este tipo de vivencia emocional cuando se produce un cambio en una amistad que puede derivar en amor.