Las decepciones de la vida que están ligadas a la propia experiencia de la edad pueden hacer que una persona adopte una máscara en sus relaciones personales, es decir, se marque una coraza en sus vínculos con los demás. Sin embargo, la amistad es un regalo y existen muchos motivos para creer en ella de manera incondicional. ¿Cuáles son esas razones? En Son Pareja enumeramos cuatro de las muchas que podríamos sumar a esta lista.
Amistades que nacen a cualquier edad
Solo tienes que observar el ejemplo de los vínculos que se forman en tu entorno más cercano. Todas las personas, cada una desde su etapa vital, tiene la oportunidad de disfrutar de encuentros que, en algunos casos, determinan el comienzo de una nueva amistad.
La amistad es importante incluso cuando no es profunda
Existen muchos tipos de lazos diferentes y no todos ellos están marcados por el mismo nivel de intimidad. Sin embargo, una persona puede ser muy importante para ti a pesar de no ser tu confidente. Por ejemplo, amigos con quienes compartes tus aficiones forman parte de tu ilusión cotidiana.
Capacidad de resiliencia
Así como una persona puede enamorarse, sentirse herida por no ser correspondida, y volver a confiar en el amor tiempo después, el mismo proceso puede experimentarse en el plano de la amistad.
Creer en la amistad significa tener fe en el ser humano
Dar la espalda a esta experiencia significa rechazar una parte muy importante de ti mismo, de tu ser y de tu esencia. Tu felicidad es mayor cuando compartes tu vida con los demás porque tus espacios de soledad son complementarios con los espacios de encuentro y reunión. Creer en la amistad significa tener fe en el poder terapéutico de la compañía, el consuelo, la esperanza, la superación, el abrazo y las palabras de ánimo.