Cada persona convive con las fortalezas y debilidades de su carácter. Existen cualidades que hacen que la convivencia con uno mismo y con los demás sea más agradable. Otros rasgos, por el contrario, producen la inercia opuesta. ¿Cuáles son los efectos negativos de la vanidad en la vida? En Son Pareja te lo contamos.
Sufrimiento
Cuando la persona tiene esta posición tiene unas expectativas tan particulares sobre la realidad, demanda tanta atención, que es difícil que los demás puedan llenar estos vacíos internos.
Una forma de individualismo
Es positivo hacer espacio al egoísmo sano en las relaciones personales. Sin embargo, la vanidad es una forma de egocentrismo que abre las puertas de la soledad. Los demás se alejan tarde o temprano al estar cerca de alguien que tiene estos comportamientos. O, también, este tipo de actitud propicia lazos de desigualdad en donde el vanidoso busca adulación en el otro.
Límites a la superación personal
Una persona vanidosa tiene dificultades para superarse a sí misma, sencillamente, porque está condicionada por el filtro de una subjetividad que le impide reconocer sus verdaderos defectos. Es alguien que se cree más especial que los demás. Y, por ello, también demanda más atención porque se cree en el derecho de hacerlo. Por ello, tiene dificultades para llegar a ser su mejor versión hasta que no asume que la vanidad no le ayuda a mostrar su mejor «yo» y que puede hacer algo para cambiar esta situación.
Dificultades para escuchar a los demás
Cuando una persona se encuentra en este punto disfruta hablando de sí misma, sin embargo, tiene verdaderas dificultades para escuchar a los demás de forma sincera. Sin embargo, una amistad es una experiencia posible a partir de la implicación de ambos. Compartir y escuchar son dos hábitos saludables para los amigos.