Existen diferentes motivos que influyen en el desenlace definitivo de un vínculo. No todas las despedidas se toman de forma consciente. A continuación, enumeramos cuatro causas evitables que propician el final de una amistad.
1. Idealización del propio vínculo
En ocasiones, la visión que los protagonistas tienen de su amistad rompe con la realidad de una historia que debe nutrirse para renovarse. Incluso cuando dos personas comparten un valioso pasado en común, el ayer no garantiza por sí mismo que el vínculo perdure en el futuro. Presuponer que el otro siempre estará allí, pase lo que pase, es una forma de idealización.
2. Individualismo, una de las causas evitables que propician el final de una amistad
Una amistad duradera es un proyecto de equipo. El compañerismo, la colaboración y la comunicación asertiva afianzan los cimientos de la relación. Sin embargo, el individualismo produce el efecto contrario. A pesar de ello, este factor puede hacer acto de presencia en el estilo de vida adoptado de forma habitual. Cuando eso sucede, las relaciones personales se deterioran porque el protagonista prioriza continuamente sus propios intereses y expectativas.
3. Posponer la resolución de un conflicto
Las dificultades no son sinónimo de ruptura definitiva. Aunque pueden propiciarla cuando la gestión del conflicto se posponer de manera indefinida. En ese caso, el motivo del enfado se alimenta todavía más en la mente y en el corazón. Y cada uno se encierra en su punto de vista sobre la situación en lugar de escuchar al otro.
4. Causas evitables que propician el final: hacer comparaciones entre los amigos
Cada amistad es verdaderamente única en sí misma. Cada historia aporta algo significativo a tu vida. Pero el potencial de una relación se destruye cuando la visión del vínculo está condicionada por la expectativa de la comparación. Un amigo se distancia cunado no se siente realmente valorado.
Cuatro causas evitables que propician el final de una amistad a corto o largo plazo.