El estrés es ese ingrediente frecuente en el estilo de vida moderno, tristemente, hemos naturalizado un estilo de vida marcado por la prisa. Existen distintos tipos de estrés. El periodo navideño no está exento de disgustos de este tipo. ¿Cuáles son las cuatro causas que afectan a las parejas?
El peso de las tradiciones familiares
No todas las personas interiorizan del mismo modo el lenguaje de la tradición. Algunas personas sienten una lucha interior entre aquello que creen que deben hacer por respeto a la familia y aquello que de verdad desean en una Navidad vivida de acuerdo a los propios deseos. Una contradicción entre el pasado y el presente cuando las expectativas de ambos planos no están alineadas.
Falta de espacio para uno mismo
Así como el verano es un periodo especialmente crítico para las parejas, que en muchos casos deciden la ruptura en el mes de septiembre, la ruptura de enero también puede ser la consecuencia de unas dramáticas vacaciones marcadas por las discusiones constantes. La convivencia constante y los eventos sociales de este tiempo, producen un estrés social.
Estrés tecnológico
La imagen de la familia reunida en torno a la mesa mientras uno o varios de los miembros están pegados a las novedades de su teléfono móvil describe un hecho muy visual en la sociedad actual. A todo ello se suma la inercia de recibir mensajes en cadena con motivo de la temática navideña.
Compras de regalos
No solo produce estrés financiero el hecho de gastar más dinero en estas fiestas cuando en enero ya están las rebajas y los productos tienen un precio más económico, sino que además, puede resultarte complejo elegir regalos para tu pareja si no sabes muy bien qué puede gustarle este año. Cuando ya llevas varios años de relación con esa persona puede que siempre caigas en los mismos tópicos.