La ilusión es ese motor que te mantiene despierto y atento a la persona amada. Sin embargo, la realidad es que es esencial estar atento a las señales de las relaciones interpersonales a la hora de matar un sentimiento que no te conduce a ninguna parte. Se debe matar la ilusión cuando vives pegado a un ideal que no se concreta en la realidad. Cuando tienes interés por una persona que no lo tiene por ti. En ese caso, ha llegado el momento de darte valor a ti mismo y de permitirte cambiar de rumbo, incluso, en soledad.
Es decir, no debes esperar a tener a una persona al lado para poder ser feliz y mejorar en todos los aspectos de tu vida sino que, simplemente, debes aprender a estar mejor contigo mismo y con más fuerza. ¿Cómo se debe matar la ilusión? Pensando en lo mal que te sientes en ciertos momentos, deberías tomar ese malestar como una forma de motivación a la hora de acabar con él para apostar por el bienestar que te permite dejar de sentir un amor no correspondido.
Debes dejar de hacer planes con la persona que te gusta, alejarte y seguir con tu mundo. Céntrate en todos los aspectos de tu vida: trabajo, amigos, ocio, inquietudes, viajes, familia… Las opciones son diversas, por tanto, el campo de acción y de libertad también lo es.
La ilusión no se muere por pura inercia sino que es uno mismo quien debe elaborar dicha emoción en base a una elección consciente. La eleccción de saber que vale la pena dar tiempo al tiempo a la hora de conocer a la persona adecuada para no perder más meses o años con alguien que no vale la pena, sencillamente, porque no te corresponde del modo que tú esperas.